Mini gabinete

De ésto es lo que hablaba, un día incierto, un día menos incierto... Jamás existe una permanencia, de todas maneras almenos no es incierto siempre aunque por dentro así lo sea. 

Siento la necesidad de querer largarme a mi guarida PERO no tengo. Probablemente desde hoy lo sea algún medio de transporte público y me suba de vez en cuando con una máscara que quisiese que sea negra, pero para no crear temor a través del prejuicio flotante, llevaré máscara de colores, como un arcoiris, lo cuál, irónicamente, es una burla a mi misma. 

Si no logramos este fin pues entonces lo será el baño. sofisticadamente puede ser el baño (nunca había apretado un sello tan fuertemente, sentí que desvanecía adrenalina dentro de mi, adrenalina triste y creo que romí el sello ajeno a mi), ese baño que esta a bastantes pasos pero que permanece ahí en mis momentos de lucidez, donde tengo que apagar y prender el cigarro una tras otra vez, y donde aproximadamente mis visitas son de dos a tres veces. Siempre escondida en un mini gabinete donde entran más personas riéndose, hablando de sus estudios, de su almuerzo, de su día, y yo escondida en la pequeña guarida que no es mía, nunca fue mía y jamás lo será; pero almenos me puedo transformar y volver a salir. 

El otro baño más grande y menos ajeno pero que no cuenta con mini gabinetes se encuentra mayormente presente en mi antilucidez, solo debo dar tres a cinco pasos para llegar a el. El me recibe unas 5 veces a l día, dependiendo de si es fin o día de semana; se convirtió en mi pequeña "guarida" (entre comillas porque jamás podrá semejarse a tal) donde puedo abrir la ventana y llenarme, llenarme para salir y reirles para que no se sientan mal ni tristes. Eso permite que cuando siento lo que siento en este instante - esa sensación LA INGORE - porque no se va, jamás se va, ella vuelve; primer "x" que vuelve sin que lo llame. }

Y así es, si no tengo esa pequeña guarida no hay forma de que sobreviva, porque ya no puedo "aguantar la respiración". Sin mi guarida se hace más difícil a esto que se transformó, o vino así: sobrevivir, y ahora raspando.

Pero te quiero abuelo, es mi culpa, quédate ahí siempre, soy yo la que me iré, quizás porque yo lo decida, quizás porque el que debe lo decidirá, quizás me vaya a un lugar físico o quizás a encontrarme con Nelly, le llevaré una plantita, de esas que toco al salir.

Comentarios