Se destapó mi escasez de sorpresa

Quisiera que la puerta esté cerrada para no tener que estar pensando en ponerme una máscara, maquillarme como un payaso conservador, sostener algun papel higienico, fingir que estoy resfriada o que mis ojos necesitan un descanso; pero está abierta, no puedo hacer otra cosa que aguantar; bendita la hora en que lo sentí dentro de mi y me di cuenta de lo que pasaba.
Junto a Radio Head y unos audifonos puedo difuninarme tanto así que creeré que necesito difuminarme como ustedes que partieron y no nos despedimos, ojalá que aparescan en mis sueños para abrazarlos.

Ahora Damian Rice de fondo y unos sonidos estridentes del aciento de atras que cada vez mas demuestran mi lucidez y me recuerdan que estoy aquí.

No deseo preguntarme el porque, las cosas pasan porque pasan y los días anteriores me convertí una roca inmensa por tratarse de alguien que comparte el líquido rojo conmigo. Quizás si fuera desconocida del tema no lo estubiera pensando y solo sería una mentira flotante de la que jamás quice sentir realidad.
Pero es un pedazo de realidad la cual no se manejar porque soy inútil, yo no tengo eso innato que tienen todas las personas para saber manejar situaciones, yo lo extravié en el camino, no me quedaba, no encajaba en mi y ahora soy insuficiente para existir.

No quiero, es uno de los años más inaccesibles de mi vida, no puedo coger mi cerebro y mutilarlo porque la lucidez no está. En este instante la controlo y está aquí, pero recuerdo que la puerta está abierta así no haya nadie.

Es un inaceptable hecho, no lo acepto y no puedo aceptarlo. Una desición que me tiene ahora así, una parte de mi líquido rojo notará la diferencia de la auscencia de ese otro líquido rojo que sirvió de colchón y que ahora sirve de rompe huesos, porque así será, cuando salga de aquí sabré que lo tengo que hacer y que ese colchón jamás existió y que por más que quiera maquillar algo u alguien cómo un cuadro glaceado no podré, el cuadro está negro irreconocible, ese negro que cubre las paredes y te deja sola una vez más en tu cuarto sin nadie, y no me interesa tener que pensar en ese andrógino que me llevará todas las noches, o tener que sudar sin poder destaparme hasta la cabeza o de poder pararme para ir al baño o dormir con la puta lámpara prendida, pero ya no quiero compañía, YA NO!

Y al que estúpidamente piensa en mi cuando no me caen las olas con animales era un rompe huesos hace mucho tiempo que no conocía cuanto me dolía la columna vertebral y que no le interesaba romperla y rehacerla cuantas veces quiera sin hacer ningun esfuerzo. Ya no quiero sentir cada vertebra caer ni tenerlas que recojer sin que te des cuenta. ME HARTE!

Pd: Pero claro, siempre me sentiré culpable por todo, con ese don nací, más bien es mi regalo innato, en vez del que posee todo ser humano que es para poder resolver las cosas y situaciones que se te presenten, a diferencia que a todos le sirve para vivir en cambio el mío hace más pesado mi sobrevivencia en este lugar.

Comentarios