Matarle la existencia

Las cosas a veces uno las quiere pero otras, a veces no, pero existen cosas que son inevitables, en donde el ente habla, manda y carcome tu cerebro hasta matarle la existencia.

Para que vivir a veces si siempre te pesará la conciencia por cosas que no hacen daño a nadie, quizás solo a ti por no tener el control de tu conciencia.

Tratar de ocultar esta cara frente a la puerta de entrada es difícil; cuando escribo quizás el o ella se van, pero igual de vacía me siento con ese ente, ese ente que a veces he precisado sentir cruel porque no me deja en paz. Quizás nunca paren las culpabilidades, ni los cargos de conciencias, ni los vacíos; pero esto me hace triste, me hace infeliz y como Carmela dijo: "Solo una promesa a Dios podría salvarte".

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