El día sábado ingresé a otra dimensión gracias a Roger Waters y evidentemente a quienes lo acompañaban (ando buscando los nombres para completar mi vuelo diario). Que grandioso efecto puede lograr la música en nosotros, como puede llegar a tocarnos tanto el corazón, el alma y elevarnos sin haber probado droga alguna. (solo cinco cervezas que con los nervios y éxtasis no tuvieron efecto alguno). Es maravilloso sentir que hay personas en el mundo que pueden lograr eso en ti, y que además logran dicho efecto en ellos mismos. No conozco personalmente a Roger ni a sus seres encantadores, nose si son felices, nose si son tristes (porque se que aveces uno necesita sentir y experimentar la tristeza para poder expresar), sin embargo sientes que lo que hacen les da la mayor satisfacción que cualquier otra cosa que pudieran hacer.
Es admirable y reconfortante saber que existen personas que realmente usan sus dones y los comparten, y que comprenden y viven su misión, su sentido de vida; quizás no lo sepan pero los que sentimos su expresión si lo sabemos.
Gracias Roger, gracias seres mágicos acompañantes, me siento energizada y me hicieron ver que en la vida además de que debe estar llena de viajes sin arrepentimiento alguno,también debe estar llena de conciertos.
Dejo aquí un poco de aquel viaje musical...
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